Durante las últimas semanas he estado pensando en por qué ya sé tantas cosas y no las aplico a mi vida. He pensado en libros y artículos que leí, documentales que vi, y entrenamientos que hice.
Durante los últimos quince años, he elegido conscientemente expandir mis horizontes, desafiarme a mí mismo, sentirme cómodo sin saber cosas. Esto me ha llamado la atención sobre cómo siempre estamos buscando un objeto nuevo y brillante.
De hecho, hemos leído todos los "procedimientos". Usted y yo sabemos lo que se necesita para estar en forma, comer más sano, dormir mejor, etc. Entonces, ¿por qué no lo hacemos? ¿Cuáles son las cosas que nos impiden dar el primer paso, luego el segundo y así sucesivamente?
¿Será que nos acostumbramos tanto a quejarnos de nuestro peso extra, falta de sueño y descanso adecuado, o cualquier alboroto que esté constantemente presente en nuestra vida diaria? ¿Realmente queremos reducir la velocidad y no trabajar demasiado? ¿Estamos realmente dispuestos a hacer lo que sea necesario para reducir el consumo de azúcar? ¿De qué nos quejaremos si realmente logramos ese objetivo? ¿Tendremos que dejar de lado nuestras viejas formas de pensar y relacionarnos con los demás?
Solo visite las redes sociales y vea cómo a los humanos les encanta quejarse y escandalizarse de todo. Nos deleitamos absolutamente en ello: el conflicto, la miseria, la naturaleza antagónica de todo. ¿Ya vio cómo hacen manipulación política antes de las elecciones de noviembre?
El miedo funciona. Nos mantiene a raya. Nos hace aceptar lo inaceptable, negar verdades incontestables, vivir en una realidad paralela y defenderla con uñas y dientes. Viniendo de esa mentalidad basada en el miedo, con gusto nos engañamos pensando: “Este libro es el que cambiará mi vida”; “Esta nueva relación finalmente me curará y me hará olvidar las malas anteriores”; "Una vez que tenga un hijo, mi vida tendrá sentido". El ego tiene una manera de decirnos que una vez que alcancemos un hito arbitrario, nuestras vidas estarán completas, seremos felices, todos los días serán ligeros y ventosos, lo habremos “logrado”.
La pregunta es: ¿Quién dicta esos hitos? ¿Se encuentran en algún manual de instrucciones? ¿O seguimos ciegamente tradiciones que han sobrevivido a sus fechas de vencimiento? ¿A qué no estamos prestando atención? ¿Nos hemos hecho las preguntas difíciles e incómodas? ¿O estamos tan dispuestos a distraernos con el ruido como para no mirar hacia adentro?
Ser vulnerable no es acogedor, por lo que optamos por vender una imagen ficticia de tener el control. “Mírenme y mi vida perfecta. ¿Están celosos? ¿A quién buscamos impresionar? ¿Quién no es capaz de ver a través de esta fachada?
Hasta que decidamos confrontar las cosas que se interponen en el camino, permaneceremos en el limbo. Ese lugar donde vemos las posibilidades justo frente a nosotros y, sin embargo, el miedo a dejarlo ir es todavía demasiado grande para que no podamos superar ese obstáculo. No he oído de nadie que se haya abrazado verdaderamente a sí mismo y al mismo tiempo no haya renunciado a la idea de cómo se suponía que eran sus vidas.
Hasta que esté listo para hacer el trabajo, investigar sus miedos y sanar sus traumas, no ande anunciando al mundo cómo quiere cambiar su cuerpo, sus hábitos, su vida. Deje de buscar externamente, deje de recopilar instructivos, deje de seguir a ese gurú en las redes sociales. El título de este artículo es engañoso a propósito. Ya sabe que hacer. Es un trabajo interno. Y el primer paso es mirar hacia adentro. No se engañe de lo contrario. Usted es más inteligente que eso. Sea veraz.

Eric Faria es un Life Coach que ayuda a las personas que se esconden detrás del perfeccionismo. Produce y presenta el programa de televisión I AM with Eric Faria, disponible en YouTube. El programa también es un podcast en múltiples plataformas de transmisión, incluidos Apple Podcasts y SoundCloud. Envíele un correo electrónico a través de ericfaria@icloud.com.