Con el número de muertes por COVID-19 en los hogares de ancianos de Connecticut superando las 2.900 este mes y el estado intensificando los mandatos para las pruebas, los funcionarios de salud y legisladores están formando un panel para considerar si debería haber nuevos requisitos legales para niveles de personal, las pruebas y cómo se adquiere y distribuye el equipo, entre otras cuestiones.

Los hogares de ancianos del estado son algunas de las instalaciones más afectadas, con el 64% de las muertes por coronavirus en Connecticut ocurriendo allí. Al 20 de octubre, los datos más recientes disponibles, 9,109 residentes de hogares de ancianos habían sido infectados. Miles de miembros del personal también contrajeron el virus y más de una docena murieron.

"Estábamos en una crisis, y aún lo estamos", dijo la representante estatal Toni Walker, demócrata de New Haven, copresidenta del Comité de Asignaciones de la legislatura y copresidenta del nuevo grupo de trabajo de hogares de ancianos. “Por eso, a veces no se responde a las cosas de la manera más rápida. Así que esperamos que este [grupo] nos ayude en eso".

El panel examinará los niveles de personal en los hogares de ancianos, cómo las instalaciones están manejando el control de enfermedades infecciosas, las políticas sobre visitas y socialización, cuánto equipo de protección personal tienen los hogares y las reglas que rodean su uso, mejoras de capital en las instalaciones y requisitos de prueba.

Muchos de los problemas fueron identificados en un amplio reporte de Mathematica, una firma independiente contratada por el estado para revisar la crisis en los hogares de ancianos de Connecticut.

Mathematica descubrió que debido a que muchos de los primeros esfuerzos se enfocaron en la coordinación y recursos para hospitales, la preparación y respuesta del estado en las instalaciones de atención a largo plazo se vieron obstaculizadas. La firma también concluyó que los hogares de ancianos no tomaron medidas rápidas e inmediatas para limitar la entrada a sus edificios, hacer cumplir las medidas de control del personal e implementar el uso de máscaras universales desde el principio.

Los legisladores se han visto inundados con llamadas de electores que expresaron su preocupación por la propagación del virus en los hogares de ancianos y la calidad de la atención que han recibido sus seres queridos.
“Muchos de ellos sintieron que fueron abandonados y que sus seres queridos fueron abandonados”, dijo Walker. "Tenemos que asegurarles que no los hemos abandonado y que tenemos que idear mejores protocolos sobre cómo trabajamos durante la pandemia".

Deidre Gifford, comisionada de salud pública interina del estado, copresidirá el panel de hogares de ancianos. Participarán legisladores de los comités de Servicios Humanos, Salud Pública, Asignaciones, Envejecimiento y Trabajo, que se espera que eventualmente sopesen la legislación sobre estos temas, junto con funcionarios de la industria, trabajadores de hogares de ancianos, representantes sindicales, la defensora del pueblo de cuidados a largo plazo y familias con sus seres queridos en hogares de ancianos.

Los casos de coronavirus en los hogares de ancianos del estado aumentaron en invierno y primavera pasados. La tasa de casos nuevos disminuyó durante el verano, luego que las instalaciones comenzaran a realizar pruebas a todo el personal y los residentes de forma regular.

Pero las infecciones en los hogares de ancianos están aumentando nuevamente a medida que el recuento general de casos de Connecticut sigue aumentando. Hasta el martes (27/09), la tasa de positividad del estado alcanzó el 4.1%, el número más alto en un día desde principios de junio.

El Departamento de Salud Pública nuevamente requiere que todos los centros de atención a largo plazo realicen pruebas a los miembros del personal semanalmente. El estado ordenó la realización de pruebas semanales a los empleados en junio, pero relajó esa política semanas después para que coincida con las directrices federales. Durante el verano, las instalaciones que no tenían nuevos casos de COVID-19 durante 14 días pudieron detener las pruebas. Este otoño, el estado volvió a cambiar la política para exigir que el personal realice pruebas al menos una vez al mes y recientemente ordenó que los asilos de ancianos en "puntos calientes" - áreas con una alta tasa de casos nuevos - examinen al personal semanalmente. Ese mandato se extiende ahora a todas las instalaciones.

Los hogares de ancianos recientemente comenzaron a permitir visitas a los interiores por primera vez en meses, aunque no existe una política estatal que requiera que los visitantes se realicen la prueba. Algunas instalaciones en las regiones con alta extensión comunitaria han instituido sus propias políticas para las pruebas de visitantes.

Matthew Barrett, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Centros de Atención Médica de Connecticut, dijo que apoya el nuevo panel de hogares de ancianos y ha sido invitado a participar.

"Para comenzar a trabajar en estos temas que son multidimensionales y tienen muchas partes móviles antes de la sesión legislativa, creo que es sabio", dijo.
El panel de hogares de ancianos se reunirá semanalmente y presentará recomendaciones para la legislación a principios de enero.

 Subtítulos:

1. Los trabajadores de salud en Golden Hill Rehab Pavilion en Milford reaccionan con las manos del corazón a un grupo de senadores estatales demócratas y representantes estatales que visitaron las instalaciones
   
2. Kimberly Hall North es un centro de rehabilitación y enfermería especializada de Genesis HealthCare en Windsor. La primavera pasada, estuvo entre las instalaciones con el mayor número de casos de COVID-19
   
   
3. entante Pat Billie Miller (centro) sostiene carteles que apoyan a los trabajadores de la salud en Golden Hill Rehab Pavilion en Milford.