"Aún hay tiempo"
"Lo haré después"

Esas son dos frases que deberían ser familiares para cualquiera que se esconde detrás del perfeccionismo. Vamos a descifrarlos. En realidad significan: "No creo que pueda hacerlo de manera perfecta, así que lo pospondré hasta el último minuto" y "No quiero hacerlo en absoluto". ¿Nunca es una posibilidad?
La dilación lleva a una sensación de pánico y parálisis. Es un ciclo demasiado familiar para los perfeccionistas. Durante la cuarentena, podríamos tener la sensación de tratar de tener todo en orden, o tanto como podamos dentro de nuestros hogares, para recuperar una sensación de control que se ha perdido debido a circunstancias imprevistas. Es una reacción comprensible.
El perfeccionismo proviene del miedo al juzgamiento o juicios que las personas tienen sobre sí mismos. Antes de que el mundo se detuviera, pensábamos que si no podíamos hacer todo y hacerlo perfectamente, no haríamos nada en absoluto. Como perfeccionistas, quedamos paralizados por la ansiedad. Después de eso, sentimos vergüenza. Nos recordó constantemente las tareas que no se hicieron, solo reforzando nuestro perfeccionismo. Y luego, el ciclo comenzaría de nuevo.
Aproveche este momento para practicar, permitiéndose no tener todas las respuestas, no tener que ser la versión más responsable de usted mismo en todo momento. Todos estamos viviendo algo sin precedentes. Sea amable, sea gentil, sea comprensivo consigo mismo.
Aquí está el lado positivo: los ciclos se pueden revertir de la misma manera cíclica.
Cuando nos liberamos de la noción de que tenemos que dar el 100 por ciento a todo lo que hacemos, podemos abrazar el coraje que se necesita para ser humano. Cometer errores. Sin que todo lo que hacemos sea una obra maestra. Eso no es un fracaso. De hecho, es parte de la vida. Por lo tanto, el primer paso es bajar conscientemente nuestras expectativas.
Interrumpir la mentalidad de todo o nada que el perfeccionismo requiere para sobrevivir, es fundamental para salir de este ciclo. Especialmente ahora.
Entonces, después de que se haya contentado con "lo suficientemente bueno por ahora", divida las tareas en partes más pequeñas. Esto nos hace sentir una sensación de logro al tacharlos de nuestras listas. Ninguna tarea es demasiado pequeña. A veces, el hecho de poder decir "hice mi cama esta mañana" o "terminé con la educación en el hogar de los niños hoy" de la lista, ya envía un mensaje positivo a nuestro cerebro.
Una técnica simple para que los perfeccionistas realicen una tarea es la siguiente:

Elija una tarea que le gustaría hacer. No importa lo que sea, siempre y cuando sea algo que necesite toda su atención.

Configure el temporizador para 25 minutos y dedique solo 25 minutos a esta tarea.

Trabaje hasta que se acabe el tiempo. Si aparece otra tarea, simplemente escríbala y vuelve a la tarea en cuestión.

Ponga una marca de completado junto a su tarea después de que el temporizador se apague.

Tómese un breve descanso de 5 minutos más o menos.

Después de 1 hora, tome un descanso más largo durante unos 20 o 30 minutos.

A mis compañeros perfeccionistas en recuperación: ¿Cómo sería su vida si pudiera aceptar sus "imperfecciones"? ¿En quién se convertiría? Envíeme un correo electrónico y cuénteme. Me encantaría leer su opinión sobre este tema.
Eric Faria ayuda a las personas que se esconden detrás del perfeccionismo a tener el coraje de cometer errores y aumentar su autoestima con confianza. Produce y presenta el programa de televisión I AM with Eric Faria, disponible en YouTube. El programa también es un podcast en Apple Podcasts y SoundCloud. Envíele un correo electrónico a través de ericfaria@icloud.com.