Crisis de Salud Mental
No soy un experto en salud mental y no estoy preparado para decir a nadie cómo resolver la actual crisis de problemas de salud mental entre nuestros niños y adolescentes.
Pero puedo decirles que es una crisis, especialmente cuando vemos en nuestro periódico local y las revistas nacionales artículos que llaman nuestra atención sobre estos hechos. Mis sugerencias provienen de quienes son expertos.
En primer lugar, debemos afrontar el problema. El número de niños que mueren por suicidio o intento de suicidio sigue aumentando. Estamos viendo niños de todos los niveles socioeconómicos que no pueden arreglárselas no sólo en Connecticut, sino en todo el país. Y se necesitan más recursos. Los profesionales capacitados en salud mental no aparecerán solo porque lo deseemos, y con frecuencia muchos niños no tienen acceso a la atención médica.
La edición del 8 de abril de 2024 de la revista People publicó algunas estadísticas inquietantes. Por ejemplo, la tasa de suicidio entre las niñas ha aumentado un 134 por ciento desde 2010. Citando al autor de The Anxious Generation, Jonathan Haidt, la revista señala como culpable el uso excesivo de teléfonos inteligentes y de las redes sociales, señalando que “el 46% de los adolescentes están en línea casi constantemente: el doble que en 2015”.
¿Cuál es la solución? Es a la vez obvio y desafiante: no hay teléfonos en la escuela ni teléfonos inteligentes para los niños de secundaria. Si los estudiantes de secundaria necesitan comunicarse, deles un teléfono plegable. Si desea proteger a sus hijos, debe reunirse con otros padres y planificar colectivamente. También debe comunicarse con su pediatra si le preocupa que su hijo pueda estar ansioso o deprimido.
La comunicación con su hijo sobre sus sentimientos debe comenzar desde muy temprano. Es necesario comprender la naturaleza del acoso y el ciberacoso en la escuela secundaria. Pídale a su hijo que le explique si no está familiarizado con lo que sucede. Créame, aprenderá mucho si le pregunta. Esté consciente de quiénes son los amigos de su hijo, con quién salen y qué hacen después de la escuela. Pregunte sobre el uso de drogas, alcohol y cigarrillos en su escuela, sin acusarlos. Su hijo no necesita que usted sea su amigo, pero usted sí necesita mantener abiertas las líneas de comunicación. Si los niños piensan que sus padres sólo están interesados en castigarlos por sus errores, nunca dejarán ver que están en problemas. Los padres pueden establecer pautas sin resultar hirientes.
Por último, tenga a mano los números de las líneas de ayuda de emergencia. En caso de emergencia, marque el 911. Una línea de ayuda para suicidas las 24 horas, el 988, está disponible en inglés y español. En Connecticut, puede acceder a Kids In Crisis; su línea de ayuda las 24 horas es 203-661-1911.
Robert B. Golenbock, MD, está actualmente jubilado. Ha cuidado a niños en el área de Danbury durante 43 años, incluso en el Centro de Medicina Pediátrica. El CPM está ubicado en 107 Newtown Rd, #1D, Danbury, CT, 06810. Para más información, llame al (203) 790-0822 o visite https://centerforpediatricmedct.com.