Como persona de color que creció en Connecticut, estoy muy familiarizado con las disparidades raciales en nuestro sistema escolar. Todavía sueño con el día en que la calidad de la educación pública no dependa del entorno socioeconómico de uno. Desafortunadamente, mi deseo de igualdad educativa no es compartido entre los miembros de la junta escolar en las comunidades de Greater Danbury cuando se trata de brindar a las personas de color acceso a una educación de mejor calidad.

Recientemente, se llegó a un acuerdo en una demanda civil de décadas que arrojó luz sobre el dilema de la desigualdad educativa que ha afectado a las personas de color en el estado durante generaciones. Entre el conjunto de iniciativas educativas que se acordaron para abordar las deficiencias académicas de los niños de minorías, se encontraba la expansión del programa Open Choice. Esta iniciativa estatal permite que los estudiantes de escuelas de bajo rendimiento en entornos urbanos asistan a clases en comunidades suburbanas.

En 2021, la Asamblea General del estado aprobó más de un millón de dólares en fondos para Open Choice, más allá de las ciudades iniciales de Hartford, New Haven y Bridgeport, al invitar a Danbury y Norwalk a participar en la iniciativa. El estado absorberá los costos de transporte mientras que las comunidades que participan en el programa comparten los gastos de educación.

A pesar de la disminución de las cifras de inscripción en áreas como New Fairfield y Ridgefield, parece que las comunidades más ricas en Greater Danbury están haciendo caso omiso al plan de expandir la diversidad en sus escuelas.

La Junta de Educación de New Fairfield recientemente votó unánimemente en contra de participar en el programa a pesar de la composición racial de la ciudad de 97 por ciento blanca, 0.39 por ciento afroamericana y 3 por ciento hispana o latina. El año pasado, la junta presentó una propuesta de presupuesto que incluía la eliminación del personal escolar debido a la disminución de la inscripción escolar.

Al igual que New Fairfield, Ridgefield ha visto una disminución en la inscripción escolar, y aunque el primer concejal de la ciudad inicialmente elogió el programa, la junta escolar aún no ha presentado el tema para una votación. Los partidarios de Open Choice en Ridgefield han criticado la difusión de información errónea y caracterizaciones erróneas sobre el programa en las reuniones de la ciudad y han escrito artículos de opinión para combatir las falsedades.

El rechazo del programa Open Choice por parte de los pueblos de Greater Danbury ha resultado en que el estado anuncie un retraso del plan para la ciudad. Esta decisión es un golpe terrible para las familias de bajos ingresos en Danbury que creen que la calidad de la educación no debe depender de la dirección de la casa.

Las comunidades ricas deberían cesar su resistencia a la diversidad y reconocer el beneficio de programas como Open Choice. Es hora de que los residentes trabajen por el bien común de romper las cadenas de una de las formas más antiguas de segregación en el estado.