Nuestra Elección para Presidente
Nuestra misión principal es ofrecer a nuestros lectores, ya sea que llegaron al país hace unas semanas o hace generaciones, información que pueda mejorar su calidad de vida. No estamos en el negocio de vender opiniones como noticias. Es por eso que Tribuna se ha abstenido de hacer respaldos políticos durante la mayor parte de su historia a lo largo de los años.
Nuestra misión principal es ofrecer a nuestros lectores, ya sea que llegaron al país hace unas semanas o hace generaciones, información que pueda mejorar su calidad de vida. No estamos en el negocio de vender opiniones como noticias. Es por eso que Tribuna se ha abstenido de hacer respaldos políticos durante la mayor parte de su historia a lo largo de los años.
Entendemos que existe una gran diversidad política dentro de la comunidad inmigrante. Las experiencias personales con gobiernos y políticas extremas se guardan como polizones con los inmigrantes en su viaje.
No es tan simple como decir que los demócratas tienen razón y los republicanos están equivocados, o que los demócratas legalizarán a millones de inmigrantes indocumentados y los republicanos no.
Como prueba, tenemos el marcado contraste entre la amnistía del presidente Ronald Reagan y las tasas de deportación del presidente Barack Obama.
Reagan otorgó a 2,7 millones de inmigrantes un estatus legal permanente y Obama deportó a 3 millones, incluyendo unas 1,7 millones de personas que no tenían antecedentes penales.
¿Por qué importa esto cuando eso fue hace casi 35 años? Debido a que muchos de los inmigrantes a los que se les concedió la amnistía bajo Reagan tienen entre 50 y 60 años; han vivido ese contraste y ahora pueden votar.
Y luego está Trump, que secuestró al Partido Republicano y llevó las políticas de inmigración de la Administración Obama a alturas draconianas sin precedentes, colocando a los niños en jaulas y separando a las familias como un agente disuasorio calculado. Lanzó mensajes racistas y xenófobos como candidato y continuó haciéndolo como presidente, no fue redimido ni transformado de ninguna manera por el mero peso del cargo electo más honorable del mundo.
Sin mencionar el mal manejo total de una pandemia que ha costado cientos de miles de vidas.
Tiempos sin precedentes exigen acciones sin precedentes.
Si bien la narrativa de que "los demócratas tienen razón y los republicanos están equivocados" subestima la complejidad de los tiempos políticos en los que vivimos, creemos de todo corazón que el presidente Trump es, de hecho, la elección equivocada para nuestro país.
Puede que Joe Biden no sea el presidente perfecto que deseábamos, pero en 2020, es el presidente que necesitamos para restaurar nuestra fe en los principios básicos del gobierno estadounidense y sanar nuestro país.