Como sobreviviente de violencia doméstica, sé lo vitales que son nuestros recursos. A menudo me pregunto si mi camino habría sido menos pedregoso y lleno de escombros si hubiera conocido mis derechos legales y hubiera tenido acceso a apoyo y defensa profesional. No quiero preguntarle eso a nadie más. Nuestros servicios son vitales para ayudar a la víctima a superar el trauma y el proceso de curación.

Sé que si hubiera tenido un defensor como el que ofrece el Centro para el Empoderamiento y la Educación (CEE), mi vida habría tomado un camino completamente diferente. También creo que cada momento de mi experiencia vivida me ha llevado a donde estoy hoy. Conozco las luchas que enfrenta una persona cuando su abusador puede escapar de un arresto debido a sus conexiones, y las acusaciones no se tomaron en serio, ni siquiera con los testigos. Conozco el miedo cuando ves a tu abusador sentado esposado mientras tomas rápidamente suficientes artículos para salir de casa por la noche mientras él "se calma". Conozco la ansiedad que siente una víctima cuando esconde silenciosamente dinero para escapar. Conozco las dificultades de presentar una orden de restricción temporal y escuchar al tribunal decir que no hay forma de hacerla cumplir a un abusador que vive en otro estado. También sé que mi experiencia vivida puede tener un impacto más significativo y de mayor alcance para cambiar los sistemas que utilizan la experiencia vivida como conocimiento.

Creo que la sociedad tiene mucho trabajo por hacer para elevar las voces de quienes tienen experiencia vivida y como expertos por su experiencia. Durante los últimos quince años trabajando en el sector sin fines de lucro, he escuchado muchas veces que aquellos con experiencia vivida son una barrera en lugar de un activo. Me pregunté si alguna vez me presentaría como sobreviviente porque la gente podría mirarme de manera diferente o pensar que, debido a mi experiencia vivida, mi visión o mi juicio estaban nublados. Superé ese miedo para demostrar que la experiencia vivida es una ventaja.

Hay nuevas políticas y leyes que surgen debido al camino que ha recorrido una víctima. Se necesitan estas experiencias para que los tomadores de decisiones conecten un rostro con una historia y comprendan la importancia de su papel en el desarrollo, aprobación e implementación de procesos, políticas y leyes informados sobre el trauma. Necesitamos incorporar las voces de los sobrevivientes en todos los aspectos de los programas y la promoción de la violencia interpersonal.

Puede que DVAM solo dure un mes, pero caminamos junto a los sobrevivientes diariamente en CEE. CEE está aquí para seguir generando cambios, ser el líder en nuestra región para prevenir y poner fin a la violencia y empoderar a las víctimas para que obtengan o recuperen el control de sus vidas.

Si usted o alguien que conoce necesita ayuda, nuestras líneas directas confidenciales sin costo están disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana.

Línea directa de violencia doméstica (203)731-5206

Línea directa de agresión sexual (203)731-5204

Ashley Dunn es la Presidenta y Directora Ejecutiva del Centro para el Empoderamiento y la Educación.