Los Cuerpos no Son Mercancías: Generando Conciencia Sobre la Trata de Personas
La trata de personas es una epidemia en todo el mundo. Afecta a todos los países, todos los estados, todas las ciudades y todas las poblaciones. La trata de personas es un tema difícil de discutir, pero cuanto más lo mantenemos en la sombra, más prospera.
¿Qué es la trata de personas?
La trata de personas implica el uso de la fuerza, fraude o coerción para obtener algún tipo de trabajo o acto sexual comercial donde se intercambia algo de valor. Esto puede incluir lo que se conoce como “sexo de supervivencia”, cuando alguien participa en un acto sexual comercial a cambio de refugio, comida, dinero u otros medios de supervivencia. Cualquier persona menor de 18 años que haya intentado participar o haya participado en cualquier tipo de acto sexual comercial a cambio de algo de valor es víctima de trata de personas. Ningún niño puede dar su consentimiento para participar en tales comportamientos y debe ser identificado inmediatamente como víctima de trata de personas.
¿Quiénes son las víctimas?
La trata trasciende la edad, género, orientación sexual, raza, origen étnico, etc. Quienes pertenecen a comunidades marginadas enfrentan un mayor riesgo de victimización y, a menudo, son pasados por alto o no identificados como víctimas.
Es igualmente importante señalar que, si bien las víctimas pueden ser cualquiera, también pueden serlo los traficantes. Los traficantes suelen ser aquellos que pueden esconderse a plena vista. Tienen familias, carreras exitosas, estatus o poder en sus comunidades. Los traficantes son maestros manipuladores que saben cómo integrarse en la sociedad y atacar a los más vulnerables.
Trata de personas y violencia doméstica/sexual
La trata de personas está indisolublemente ligada a la violencia doméstica, violencia sexual y el abuso infantil. Los niños vulnerables que sufren traumas a edades tempranas se convierten en adolescentes que necesitan desesperadamente seguridad; esto es lo que los traficantes buscan y saben explotar.
Otros factores de riesgo clave incluyen la falta de vivienda, la participación en el bienestar infantil, el sistema de cuidado de crianza, el uso o abuso de alcohol/drogas, la pobreza/bajo estatus socioeconómico, estatus migratorio, la mala salud/salud mental y la desconexión del sistema educativo.
Las tácticas de los traficantes son muy similares a las tácticas del abusador: controlador/posesivo, control de las finanzas, manipulador, uso de la violencia, amenazas, aislamiento y más. Los traficantes a menudo se dirigen a personas vulnerables y se hacen pasar por sus parejas románticas, ofreciéndoles amor, aceptación y seguridad percibida. La relación se vuelve explotadora y abusiva, bajo la apariencia de amor.
¿Qué puede hacer?
- Edúquese a sí mismo y a los demás. Lleve al Centro para el Empoderamiento y la Educación a su lugar de trabajo, a la escuela de su hijo o a su lugar de fe para organizar un programa educativo sobre este tema.
- Abogue por leyes más estrictas que protejan a las víctimas, responsabilicen a los compradores y traficantes y aumenten la educación y concientización.
- Aumente la conciencia en su ciudad. Publique en las redes sociales, comparta recursos u organice una proyección de documental, un club de lectura u otro evento de concientización. Nuestro equipo estará encantado de colaborar con usted en esto y proporcionarle cualquier información y recursos que necesite.
- Apoye nuestros programas y servicios, ya sea como voluntario o donando. El Centro brinda servicios a víctimas de todas las edades y orígenes afectadas por la violencia doméstica y sexual, incluida la trata de personas.
Si usted o alguien que conoce necesita ayuda, nuestras líneas directas confidenciales sin costo están disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana.
Línea directa de violencia doméstica (203)731-5206
Línea directa de agresión sexual (203)731-5204
Este artículo fue escrito por Cara Durante, Directora de Impacto Comunitario del Centro para el Empoderamiento y la Educación.