La Rendición de Cuentas de la Policía en Danbury Ocupa Menos Discurso y Más Acción
El mes de mayo marca dos años desde el asesinato sin sentido de George Floyd, que provocó indignación en todo el país y colocó el tema de la responsabilidad policial y la desigualdad racial al frente de las conversaciones.
El mes de mayo marca dos años desde el asesinato sin sentido de George Floyd, que provocó indignación en todo el país y colocó el tema de la responsabilidad policial y la desigualdad racial al frente de las conversaciones. En las semanas posteriores a la tragedia, se produjeron numerosos mítines y manifestaciones por la justicia racial en las comunidades de Greater Danbury; la gente fue testigo de oradores que expresaron sus quejas y exigieron a las comunidades que tomaran una postura contra el racismo sistémico.
Entre los numerosos discursos que tuvieron lugar en los mítines, las palabras más inolvidables provinieron de la residente de Danbury Michelle Ross, cuyo apasionado llamado al activismo cautivó a los asistentes: "A nuestros aliados blancos, ¿estarán con nosotros más tarde? No puede terminar aquí; no podemos irnos a casa y dejar que las cosas sigan como están". Han pasado dos años desde el llamado a la acción de Ross, y la sensación de optimismo que se sintió durante las manifestaciones ha sido reemplazada por la actitud de "dejar que las cosas sigan como están" que ella temía.
En Danbury, mientras los demócratas locales escuchaban las súplicas de rendición de cuentas de la policía, su candidato a alcalde y simpatizantes hicieron una inútil campaña con la promesa de aumentar la policía de la ciudad. En el momento de la propuesta, la ciudad estaba lidiando con la reacción violenta de un video viral que involucraba a los oficiales de policía de Danbury usando un lenguaje preocupante durante un encuentro con una persona en la biblioteca. El incidente fue otro ojo morado para un departamento de policía que todavía estaba lidiando con el despido y la recontratación ordenada por la corte de dos oficiales que enfrentaban múltiples acusaciones de mala conducta policial.
La propuesta no solo era una señal de sordera, sino también un insulto a la multitud de personas que hablaron de experiencias problemáticas que tuvieron con la policía del área. Se cree que el público respondió con razón a la estupidez de los demócratas locales entregando al partido político una de las derrotas más devastadoras y vergonzosas de los últimos tiempos.
Dado que la ciudad aún se encuentra en medio de una nueva administración, con el primer alcalde recién elegido en dos décadas, corresponde a las personas que desean un cambio real en la vigilancia continuar presionando a los funcionarios electos en ambos lados del espectro político a cambiar el status quo. Una revisión de la política que resultó en la recontratación de agentes de policía problemáticos debe tener la máxima prioridad, junto con una revisión de las prácticas de contratación, haciendo que la contratación de más policías pertenecientes a minorías y los ascensos sean primordiales.
Una cosa es que los políticos proclamen "Black Lives Matter". Otra cosa es que reemplacen esta retórica con acción y resultados reales.