Ausencia de una Parte Justa de Financiación Estatal para la Educación en Danbury Perjudica a Todos

Al comenzar un nuevo año en Danbury, los legisladores locales que se presentarán a la reelección en 2025 deberán abordar la posibilidad de aumentos significativos a los impuestos a la propiedad.
Este aumento de impuestos se debe a un aumento sustancial en el presupuesto educativo de la ciudad. Al mismo tiempo, los legisladores estatales siguen sin lograr garantizar que Danbury reciba su parte completa de la financiación de ayuda estatal para la educación.
El estado asigna fondos para asistencia educativa a los distritos escolares a través de la Fórmula de participación en los costos de educación (ECS). Esta fórmula distribuye dinero a los municipios en función de varios factores, incluidas las necesidades de cada ciudad y su capacidad para financiar su sistema escolar público. Según datos del Proyecto de Financiamiento de Escuelas y Estados (https://files.schoolstatefinance.org/hubfs/SF101s/Danbury%20School%20Finance%20101.pdf), desde que se implementó la fórmula ECS en 2019, considerando el financiamiento total que requería la fórmula, el estado ha subfinanciado a Danbury por más de 109 millones de dólares.
La falta de financiamiento equitativo del estado contribuye significativamente al dilema actual de financiamiento educativo de Danbury. Mientras la ciudad lucha por compensar este déficit de financiamiento, debe aumentar los impuestos a la propiedad de los residentes, quienes ya están preocupados por la mala administración fiscal de las prácticas de auditoría del sistema escolar. Además, la apertura de la nueva escuela secundaria en el lado oeste de la ciudad aumentará significativamente el presupuesto de la escuela, ya que la sobrepoblación escolar y las presiones sobre los servicios educativos especiales continúan sin un final a la vista. En definitiva, los verdaderos perdedores son los niños del sistema de escuelas públicas de Danbury, ya que los datos de evaluación estatales recientes revelaron que siete de cada diez estudiantes de tercero a octavo grado obtuvieron malos resultados en las pruebas de inglés y matemáticas.
Aunque la ciudad de Danbury tiene un problema con la financiación de las escuelas, la prioridad debería pasar de la financiación local a los legisladores estatales, que siguen fallando a sus electores en lo que respecta a que la ciudad reciba su parte justa de la financiación estatal.
En lugar de felicitarse sin cesar porque la ciudad reciba fuentes de ayuda estatal únicas, los legisladores estatales deberían disminuir su amor por la autopromoción y trabajar durante la próxima sesión de la Asamblea General para asegurarse de que la fórmula ECS se ajuste de modo que las ciudades y los pueblos estén completamente financiados y no se les coloque en una posición de aumentar los impuestos a la propiedad o reducir los servicios educativos tan necesarios.